La construcción sostenible ha ganado relevancia en las últimas décadas, representando una respuesta directa a los desafíos planteados por el cambio climático y las regulaciones ambientales. En el año 2015, con el Acuerdo de París y la promulgación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de la ONU, se estableció un marco para reducir significativamente las emisiones de carbono en el sector inmobiliario. La construcción y el uso de edificios son responsables de aproximadamente el 40% de las emisiones globales de CO2, lo que subraya la necesidad de integrar prácticas sostenibles en este ámbito.
El uso de certificaciones como BREEAM ha sido esencial para el desarrollo sostenible en el sector. Estas normativas no solo evalúan el desempeño ambiental de los edificios, sino que también promueven prácticas responsables alineadas con los ODS. Implementar estas certificaciones asegura que los proyectos inmobiliarios cumplan con las expectativas actuales de sostenibilidad, eficiencia energética y responsabilidad social.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente aquellos relacionados con el sector inmobiliario, son fundamentales para guiar a las empresas hacia prácticas más sostenibles. Estos incluyen, pero no se limitan a, proporcionar acceso a agua limpia (ODS 6), fomentar el uso de energía limpia (ODS 7), e impulsar la innovación en infraestructuras (ODS 9). Cumplir con estos objetivos garantiza no solo una mejora en la sostenibilidad de los edificios, sino también un impacto positivo en las comunidades que los rodean.
Las ciudades de Barcelona y Madrid han implementado políticas innovadoras y cambios normativos alineados con los ODS para fomentar la eficiencia energética y la sostenibilidad en el sector inmobiliario. En Barcelona, programas como «Superilla» demuestran un enfoque proactivo hacia la movilidad sostenible, limitando el tráfico de vehículos para mejorar la calidad ambiental y promover el uso de energías renovables.
Por su parte, Madrid ha establecido el Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático, que promueve el uso de energías limpias, la eficiencia energética en los edificios y la instalación de infraestructuras sostenibles. Estos esfuerzos conjuntos reflejan el compromiso de ambas ciudades de transformar sus entornos urbanos en espacios más saludables y sustentables.
Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son vitales para el desarrollo de prácticas responsables dentro del sector inmobiliario. La integración de estándares ESG ayuda a las empresas a no solo cumplir con las normativas ambientales, sino también a adoptar prácticas de gestión que apoyen el bienestar social y el crecimiento económico sostenible.
Los desarrolladores están incorporando estos criterios en sus proyectos para alinearse con las expectativas del mercado y mejorar su competitividad. Esto incluye la adopción de tecnologías verdes, la mejora de la eficiencia energética de los edificios y la implementación de políticas que promuevan el uso de recursos renovables y la reducción de residuos. Para saber más sobre cómo estas prácticas están siendo implementadas, visita nuestra página de servicios.
Para el público en general, es fundamental conocer cómo la construcción sostenible no solo protege el medio ambiente, sino que también ofrece beneficios tangibles como la reducción de costos energéticos y la mejora de la calidad de vida urbana. Las normativas actuales aseguran que los nuevos desarrollos sean más amigables con el entorno, lo cual es esencial para un futuro más verde y saludable.
Al considerar un nuevo hogar o proyecto inmobiliario, es importante prestar atención a las certificaciones de sostenibilidad, ya que garantizan que el inmueble cumple con altos estándares de eficiencia y responsabilidad ambiental, proporcionándote un espacio más confortable y respetuoso con el medio ambiente.
Para profesionales del sector, la adaptación a las normativas de sostenibilidad implica una revisión integral de los procesos de desarrollo y construcción. Es crucial integrar certificaciones como BREEAM y alinearse con criterios ESG para garantizar un producto final que cumpla con las exigencias regulatorias y de mercado.
Además, las ciudades como Barcelona y Madrid ofrecen un marco ejemplar de cómo las políticas públicas pueden impulsar la transición hacia un sector inmobiliario más sostenible, proporcionando modelos replicables para otras localidades que buscan minimizar su huella ambiental y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Descubre más sobre estas adaptaciones en nuestro artículo de blog. Para información adicional sobre construcción sostenible, consulta nuestra página de nosotros.